La “nouvelle vague” o nueva ola francesa surge en la década de los 50´s, época en la que Francia atravesaba un cambio social y cultural, y con ello su cine.

El hecho que detonaría esta nueva corriente, sin duda es la fundación de la revista Cahiers du Cinéma, por André Bazin, junto con François Truffaut, Jean-Luc Godard, Jacques Rivette, Eric Rohmer, Claude Chabrol y Jean Pierre Melville. Todos ellos pasando de estar detrás de una máquina de escribir, a detrás de cámara.

Ahora con historias más simples que mostraban la cotidianidad de los parisinos, nuevos movimientos de cámara, e improvisaciones de los actores; es ahí la importancia de las mujeres de esta nueva ola que nace a mitad del siglo XX, sin duda esa espontaneidad, libertad y belleza que rompía con los cánones de las mujeres de aquel entonces, fue lo que enamoró no solo a los directores de su musas, también a toda una era del cine francés, y que ahora forman parte de la cultura popular, teniéndolas no solo como referente de arte, si no como estilo de vida para muchas.

“Todos estos cineastas no hubieran alzando el éxito ni cambiado la manera de ‘hacer’ cine sin sus musas. Ya que tan importantes fue el cómo contarlo como quién lo contaba.” (Verónica Román, 2013). Cortes de cabello, un cat eye que perdura aún en la actualidad, una vestimenta más relajada y sensual; todo esto definiría el estilo chic francés que aún se concibe.

Anna Karina

Tal vez uno de los rostros más famosos fue el de Anna Karina que a la edad de 20 años hizo su debut en el cine pero no fue un año más tarde que alcanzaría fama por la película “Una mujer es una mujer” dirigida por Jean-Luc Godard, mujer espontanea, divertida, romántica, pero sobre todo que siempre ponía en jaque a los personajes masculinos, probablemente eso último fue lo que caracterizo a estas mujeres, el no tener miedo de nada ni de nadie, el tener confianza propia haciendo que todos cayeran a sus pies, dentro y fuera de cámara; “Anna Karina no se identificaba con los personajes, sino con ella misma, […]. Anna Karina no se convirtió en los personajes que interpretaba. Ellos se convirtieron en ella”. – (Richard Brody).

Otro nombre icónico es el de Brigitte Bardot quien estuvo casada con el director Roger Vadim, mismo que la lanzaría a la fama con la película “Y Dios creó a la mujer” ganándose el titulo como sex symbol de la época, mismo que haría que en el año de 1958 fuera considerada por el Vaticano como la “reencarnación del pecado”.

Brigitte Bardot

Y no olvidemos a Catherine Deneuve quien también estuvo casada con el director Roger Vadim, padre de su primogénito Christian Vadim. Catherine, una mujer que deslumbró con su belleza clásica y refinada misma que nos recuerda a la mujer francesa y su estilo “atemporal”, por esto no solo fue musa del cine, sino también de la moda, específicamente de la leyenda Yves Saint Laurent, gracias a la película Belle de Tour dirigida por Luis Buñuel, en la que el diseñador francés se encargó de hacerle el vestuario a la actriz.

Catherine Deneuve

Mujeres únicas que más allá de pertenecer a una nueva era de cine, dieron pauta al nuevo canon de estilo de vida en ese entonces, tanto que aún perduran sus imágenes para referirnos a mujeres que rompieron estereotipos buscando ser ellas mismas y nadie más. La elegancia, audacia, romanticismo, pero sobre todo empoderamiento fue lo que caracterizó a estas mujeres que dieron rostro al cine durante más de una década.